PALANCAS
El invento de la palanca y su empleo en la vida cotidiana proviene de la época prehistórica. Su empleo cotidiano, en forma de cigoñales, está documentado desde el tercer milenio a. C. en sellos cilíndricos de Mesopotamia. El manuscrito más antiguo que se conserva con una mención a la palanca forma parte de la colección matemática de Alejandría, una obra en ocho volúmenes que se estima fue escrita alrededor del año 340. Allí aparece la famosa cita de Arquímedes:
Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo.
La única nota histórica sobre su uso
se debe a Plutarco, quien en su obra Vidas paralelas (c. 100 a. C.) relata que Arquímedes, en carta al rey
Hierón de Siracusa, a quien le unía gran amistad, afirmó que con una fuerza
dada podía mover cualquier peso e incluso se jactó de que si existiera otra
Tierra, yendo a ella podría mover esta. Hierón, asombrado, solicitó a
Arquímedes que realizara una demostración.
Acordaron que el objeto a mover fuera
un barco de la armada del rey, ya que Hierón creía que este no podría sacarse
de la dársena y llevarse a dique seco sin el empleo de un gran esfuerzo y
numerosos hombres. Según relata Plutarco, tras cargar el barco con muchos
pasajeros y con las bodegas repletas, Arquímedes se sentó a cierta distancia y
tirando de la cuerda alzó sin gran esfuerzo el barco, sacándolo del agua tan
derecho y estable como si aún permaneciera en el mar.
1.1. PALANCAS DE PRIMER GENERO
Son las palancas que tienen el punto de apoyo ( fulcro ), entre las 2 fuerzas f1= potencia f2= resistencia es decir en un punto intermedio.
1.2. PALANCAS DE SEGUNDO GENERO
Estas palancas son las que tienen la resistencia entra el punto de apoyo y la potencia. es decir;
si ponemos 80 kg a 14,66 cm del punto de apoyo, podemos levantar con solo 13 kg de fuerza a una distancia de 90 cm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario